Abstract:
La investigación pretende responder a la interrogante ¿Cuál es el origen y significado de los topónimos aimaras que nombran a las comunidades del distrito de Pilcuyo, provincia de El Callao, Región Puno?, ya que la toponimia como disciplina estudia los nombres de lugares o topónimos y debe involucrar en su análisis e interpretación a diferentes ciencias humanas y sociales, por tanto se tiene como objetivo, identificar el origen de los topónimos aimaras que nombran a las comunidades del distrito de Pilcuyo bajo el contexto lingüístico y etnohistórico, pero no basta conocer el significado de topónimos pues nos quedaríamos en la simple traducción del aimara al castellano, por lo que realizamos un trabajo de investigación etnohistórica para determinar qué hechos o acontecimientos influyeron para que los antiguos pobladores mantuvieran u optaran por estos nombres, finalmente en el proceso realizamos una interpretación de las descripciones geográficas de cada lugar pues en la cosmovisión aimara cada objeto tiene vida, por tanto, en su evolución (desde su origen a la actualidad) sufrieron modificaciones que son necesarias comprender y explicar, por lo que se postula la hipótesis: que los topónimos aimaras, que nombran a las comunidades del distrito de Pilcuyo tienen su origen y significado en la interacción humana de esta población a partir de las evidencias lingüísticas y etnohistóricas. El tipo de investigación es cualitativo, con diseño descriptivo-explicativo. El ambito de estudio de la población es de 42 comunidades y la muestra constituyeron 24 comunidades, las técnicas fueron la entrevista y observación participante, los instrumentos de recolección de datos utilizados fueron: la guía de entrevista y ficha de observación participante. Lue·go de procesar e interpretar los resultados se concluye, que; Los topónimos aimaras son el resultado de la interacción humana de la población asentada desde tiempos inmemoriales en las actuales comunidades del distrito de Pilcuyo, esto se evidencia con el origen mítico y la nomenclatura adoptada obedece a acontecimientos históricos, arqueológicos, y ecológicos y no al simple azar o capricho por elegir un determinado nombre.